
El uso de drones en el sector agrícola ha crecido de forma exponencial en los últimos años gracias a sus múltiples usos y beneficios. Estas aeronaves no tripuladas permiten optimizar recursos, mejorar la eficiencia de los cultivos y facilitar el control ambiental. Sin embargo, su utilización está sujeta a un marco normativo cada vez más estricto, con requisitos que afectan tanto al operador como al dron y que, de no cumplirse, pueden derivar en sanciones económicas.
En este artículo analizamos la normativa aplicable a los drones agrícolas en España, sus requisitos legales y las implicaciones prácticas para agricultores y empresas del sector.
¿Qué son los drones agrícolas y para qué se utilizan?
Son drones diseñados para ser pilotados a distancia y realizar tareas específicas del sector agrario. Entre sus aplicaciones más habituales destacan:
- Monitorización del estado de los cultivos mediante cámaras multiespectrales.
- Optimización del riego y uso de fertilizantes.
- Aplicación localizada de fitosanitarios.
- Control de plagas y detección temprana de enfermedades.
- Generación de mapas topográficos y modelos 3D del terreno.
Utilizarlos puede suponer una ventaja competitiva importante, pero va ligado al cumplimiento de una normativa específica que se endurece cada vez más.
Marco normativo de los drones en España
Independientemente del uso que le des al dron, en España el uso de todo tipo de drones está regulado principalmente por:
- El Reglamento de Ejecución (UE) 2019/947 sobre normas y procedimientos para el uso de aeronaves no tripuladas.
- La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que supervisa y autoriza su uso en el territorio español.
- Normativa complementaria sobre protección de datos, medio ambiente y seguridad laboral, que puede ser aplicable según el tipo de operación.
El marco legal distingue entre operaciones en categoría abierta, específica o certificada, en función del riesgo de la operación y las características del dron.
La mejor opción antes de operar un dron en entornos agrícolas es solicitar asesoramiento jurídico para asegurar el cumplimiento de las normativas. Esto puede ayudar a evitar sanciones económicas o comprar drones que no cumplan con los requisitos adecuados.
Requisitos para el piloto y el operador de drones
El piloto de un dron agrícola debe contar con formación y certificación oficial:
- Superar los exámenes online de AESA (A1/A3 y, en su caso, A2).
- En operaciones más complejas, formación adicional y declaración operacional.
- Certificado médico cuando la operación lo requiera.
Además, las empresas que utilicen drones con fines profesionales deben inscribirse como operadores de UAS en AESA. Esta inscripción:
- Se realiza de forma telemática a través de la sede electrónica de AESA.
- Genera un número de operador único a nivel europeo, válido para operar en todos los países de la UE.
- Exige que el operador declare la conformidad con la normativa aplicable y mantenga actualizados los datos de la actividad (por ejemplo, flota de drones, tipos de operaciones, seguros vigentes).
- Implica la responsabilidad de garantizar que los pilotos cuentan con la formación adecuada y que los drones cumplen los requisitos técnicos.
En el caso de explotaciones agrícolas o cooperativas que operen con varios drones, es habitual que se centralice la inscripción bajo la figura de un único operador registrado, responsable de toda la flota y de los pilotos vinculados.
Requisitos técnicos del dron y registro obligatorio
No todos los drones son aptos para trabajos agrícolas. La normativa exige:
- Marcado de clase (C0 a C6) en función de sus características técnicas.
- Número de registro e identificación remota visible en la aeronave.
- Sistemas de seguridad: limitador de altura, geocercas y retorno automático.
Asimismo, todo dron de más de 250 g debe inscribirse en el registro electrónico de AESA.
Seguro de responsabilidad civil: ¿Cuándo es obligatorio?
El seguro de responsabilidad civil no siempre es obligatorio en categoría abierta, pero en la práctica es altamente recomendable y en muchas operaciones profesionales sí lo es.
En el ámbito agrícola concretamente, donde las operaciones pueden implicar riesgos para personas, bienes o el medio ambiente, disponer de un seguro específico es esencial para cubrir posibles daños y evitar responsabilidades económicas elevadas.
Usos permitidos y restringidos en agricultura
En general, los drones pueden emplearse en agricultura siempre que se cumpla la normativa aérea. No obstante, existen limitaciones:
- Prohibido volar sobre concentraciones de personas o núcleos urbanos sin autorización específica.
- Restricciones de altura (normalmente 120 metros) y distancia respecto al piloto.
- Limitaciones de vuelo nocturno salvo autorización expresa.
- Necesidad de respetar normativas ambientales, especialmente en espacios protegidos o Red Natura 2000.
Coordinación del espacio aéreo y permisos necesarios
El vuelo de drones no se desarrolla en un “espacio libre”, sino que debe coordinarse con las normas de gestión del espacio aéreo. Esto es especialmente relevante en agricultura, donde muchas explotaciones se sitúan cerca de zonas con tráfico aéreo controlado.
Para operar legalmente es importante tener en cuenta lo siguiente:
- NOTAM (Notice to Airmen / Aviso a los aviadores): son comunicados oficiales que informan de restricciones o condiciones especiales en determinadas áreas del espacio aéreo. En ciertas zonas rurales, sobre todo si están cerca de aeródromos, campos de vuelo o rutas aéreas, puede ser necesario solicitar la publicación de un NOTAM antes de volar un dron.
- ENAIRE: es el gestor de la navegación aérea en España. Tiene la competencia de autorizar y coordinar los vuelos en espacio aéreo controlado. A través de su plataforma ENAIRE Drones, cualquier operador puede consultar mapas interactivos con las zonas donde el vuelo está prohibido, restringido o condicionado a autorización previa.
- Permisos medioambientales adicionales: en el caso de la agricultura de precisión, si el dron se utiliza para transportar y aplicar productos fitosanitarios, además de la normativa aeronáutica será necesario cumplir con la legislación en materia de sanidad vegetal y protección medioambiental. Esto puede implicar autorizaciones de la comunidad autónoma o cumplimiento de normativa sobre uso sostenible de fitosanitarios.
Sanciones por incumplimiento y riesgos legales
El uso indebido de drones puede acarrear sanciones administrativas que, según la Ley de Seguridad Aérea, pueden oscilar entre:
- 60 € y 225.000 € para infracciones leves, graves o muy graves.
Posibles responsabilidades civiles y penales en caso de daños a personas, bienes o al medio ambiente.
Por ello, resulta fundamental contar con asesoramiento legal especializado para garantizar el cumplimiento de la normativa y evitar riesgos legales y económicos.
En nuestro despacho, somos abogados especialistas en derecho medioambiental y regulatorio, por lo que asesoramos a agricultores, empresas y cooperativas en el uso legal de drones y en la obtención de permisos y autorizaciones necesarias para su actividad. Si tu también quieres implementar esta tecnología contacta con nuestro equipo para hacerlo de acuerdo a la normativa vigente.

Carmen Gutiérrez Labrador es abogada especializada en Derecho Ambiental, de Aguas y de Minas. Socia directora del despacho Gutiérrez Labrador Abogados, lidera un equipo multidisciplinar con sede en Córdoba y Madrid. Con más de 25 años de experiencia, asesora a empresas nacionales e internacionales en sectores estratégicos como energía, agroindustria y minería. Ha sido reconocida con premios como el Andalucía Excelente y los European Legal Awards por su trayectoria jurídica.